jueves, 29 de noviembre de 2007

ESPANGLISH FOREVER

El tema es que el “espanglish” está de moda y en un mundo como este es bastante difícil para nuestros mayores defenderse… Bueno mayores y no tan mayores…
Vamos a ver…

De un tiempo a esta parte hemos ido perdiendo riqueza en nuestra lengua dando paso vocablos puramente ingleses o americanos.

Ahora nadie va a correr por el parque, lo que hace la gente es hacer footing o jooging, aunque en algunos casos, como para Dante no sea del todo beneficioso.

El caso es que antes personas que salían a hacer dicho deporte lo hacían acompañados de su transistor (que por cierto es una horrosa palabra), el transistor dejó paso al walkman y por su puesto este no tardó tiempo es quedarse obsoleto dando lugar al mp3, mp4
Para aquellas personas que no les guste disfrutar de la naturaleza y prefieran practicar deportes en sitios cerrados hay otras alternativas como son el aerobic, kickboxing, step, hidrogym, fitbox, bodytonic, stretching, fitness, spinning y un montón “inings” más totalmente desconocidos para mi, excepto el bodytonic que de vez en cuando me tomo alguno… ahhh, no no, perdón lo he confundido con gyntonic
Pero si lo tuyo es bailar nada de apuntarte a bailes de salón y marcarte un pasodoble español, si no quieres estar totalmente out deberás practicar funky, batuka , gim jazz o hip hop.

El otro día en la oficina un “marketing manager” como quiere que le llamen ahora, me propuso hacer un brainstorming… aquello me sonaba guarrísimo, debería ser un obscenidad en grado sumo, pero como el m.m. está bastante buenorro pues me lo pensé… Tras darle vueltas decidí acceder… pero mi gozo en un pozo (y nunca mejor dicho) ya que un brainstorming no es ninguna postura de satisfacción total del Kamasutra, si no “una tormenta de ideas”, es decir exponer en una reunión todas las ideas que se te pasan por la cabeza… Absurdo, no?? Lo bien que hubiese estado lo otro…

Desde luego en una empresa como la mía como no sepas algo de spanglish estás más perdido que una aguja en un pajar porque aquí continuamente estamos revisando el packaging, haciendo actividades de merchandising, tenemos una política de street o slow marketing según sea el caso y nosotros no hacemos publicidad, hacemos advertaising. O sea, un lío…
Vamos que estoy rodeadas de managers y yuppies que se pasan el día haciendo bussines y yo tonta de mi pensando que únicamente eran mis jefes…

En lo que a moda se refiere yo estoy hecha un lío… a ver… antes una chica era moderna y punto, ahora no… ahora es fashion, cool y con ligeras dosis de posh, debes tener charme no elegancia o “buena percha” y tus estilos deben ser “gipsy”, “chic”, “casual”… optando por la noche por un look seguro “total black” y por el día por vestidos “baby-doll”. Los “leggins” son una prenda que no pueden faltar en tu armario, porque no son mallas, son leggins…

Una amiga de mi madre se ha hecho un lifting, aunque mamá dice que es un “estirajón de la papada y las patas de gallo”. Ella dice que como mucho mucho recurriría al botox, pero que por ahora haciendo algo de aerobic y comiendo light va sobrellevando la pérdida de juventud.

Por otro lado mi padre, un hombre de bussines, que odia los smokings, se ha aficionado a los cocktails en los pubs y a irse con su socio a tomarse todas las mañanas su brunch al sitio donde va toda la gente V.I.P. del panorama madrileño.
Eso si, lo que más le gusta es llegar a casa y que la home assistant le prepare la cena mientras ve uno de esos shows o realitys que tanto le hacen reir… normal que le hagan reir y es que aunque tome cocktails en vez de cubatas pues el hombre llega perjudicado… lo que jamás llegará a soportar son los anuncios por eso siempre se pasa el tiempo haciendo zapping.

Mi hermano por su parte es un fanático de la informática, por tanto mi casa está llena de P.C., hardware´s, software´s y compact disc. Su televisión tiene ambylight, a no ser que quiera quedarse obsoleto, perdón out. En su coche ha instalado un novedoso G.P.S. con find-controll, tiene partronic, climatizador bizone, 35 airbags y cambio triptonic. Sólo le queda que le de por el tunning.
Ha dejado dicho que si alguna vez se compra un horno que tenga pirólisis y que si no no cocina…

Y yo que soy la más normalita, estoy harta de las comidas light, de tener cierto aire posh, de ser account manager, de haberme criado con una nanny, de dejarme una pasta en parking, de ir de shopping, del lunch con mis clientes, de carecer de feelings hacia determinadas personas, de los tipazos de las top-models y del caché de las celebrities, del rock y del heavy, de padecer stress y de decir O.K. cuando quiero decir K.O.

¡¡Para lista mi abuela que se niega en rotundo a ponerme la comida en tapperwares y de ir al super o al hiper a comprar bacon en vez de PANCETA!!

Un beso a todos.
Muak!

P.D. Desde aquí vuelvo a dar la enhorabuena a Divina por ganarse a pulso una plaza en Elle. Te lo mereces todo.
Kisses darling.

lunes, 19 de noviembre de 2007

EL ÚLTIMO TREN

Jorge se levantó como cada mañana a trabajar, pero el día de hoy iba a ser especial. Era su último día en el departamento de Relaciones Internacionales de una gran empresa antes de ser ascendido y enviado a trabajar a Londres.

Estaba ilusionado, pero a la vez nervioso y atemorizado por el imprevisible futuro que se le avecinaba.
Sabía que sería un día que no olvidaría jamás, sus compañeros de trabajo le iban a preparar una despedida por todo lo alto tal como se merecía, habría regalos, risas y lágrimas… Lágrimas sobre todo por parte de Rosa, su novia desde hacía algún tiempo. Ella había pedido el traslado a Londres pero hasta que le fuera concedido tendrían que estar separados algún tiempo.

A las 6:30 en punto sonó el despertador como cada día, se levantó con menos pereza que de costumbre, se fue al baño y tomo su ducha diaria. Rebuscó en el armario para ponerse algo elegante pero sin descuidar que a esas horas en el mes de marzo hace mucho frío en la calle.
Se preparó su café caliente, con un chorrito de leche y dos sacarinas. A Jorge siempre le ha gustado cuidarse.
Antes de salir de casa se dirigió a la habitación de sus padres a despedirse de su madre con un cariñoso beso como hacía cada día.

Jorge abrígate y ten cuidado cariño. No vuelvas tarde.”- le dijo su madre.


De camino a la estación de trenes se paró en su tienda de todos los días a comprar el periódico y una botella de agua.

Llegó a la estación donde cada mañana coincidía con Lidia, la sobrina de 19 años de un amigo suyo que iba a la Facultad. Siempre iban juntos hasta Madrid, luego allí cada uno cogía su camino…
Se extrañó mucho no verla, pero no le dio más importancia. Supuso que se habría dormido o estaría mala.

Se montó en el tren y abrió su periódico.

A las 7:38 en punto de la mañana un sonido ensordecedor y un calor asfixiante le hicieron despertar de su letargo. Todo el mundo se miraba, iban de un lado a otro, había gritos, llantos, voces… El tiempo se hacía largísimo, los segundos eran minutos.
Jorge podía notar sus latidos como si se le fuese a salir el corazón del pecho, sentía angustia y opresión.
Nadie sabía nada, nadie hablaba con nadie, todo el mundo tenía la mirada perdida.
Por fin se abrió el tren.

“Una cortina de humo cubría por completo lo que nuestra vista llegaba a divisar. En ese momento intenté levantarme de mi asiento, en el que había permanecido inmóvil durante todo este tiempo, que si bien fueron segundos a mi me parecieron horas… Al incorporarme me di cuenta que algo me fallaba, no era capaz de ponerme en pie con firmeza.
Me miré y me toqué y vi mi pierna totalmente destrozada. Todavía no daba crédito a lo que estaba ocurriendo. Algunos hablaban de atentado, otros de accidente…
El silencio se apoderó de mí y vi ocurrir los hechos a cámara lenta. Me arrinconé como pude esperando que alguien se percatara de mí y me echara una mano para salir de ese infierno.
La gente pasaba delante de mí, sin que nadie reparara en mi persona. Las imágenes eran sacadas de la película más horrorosa que jamás he visto, cuerpos abrasados, caras demacradas, heridas y sangre pasaban delante de mí.
Pensaba que estaba soñando, que era una pesadilla, la peor que se puede tener…

Fui recuperando la temporalidad de la situación. Tan sólo tenía heridas en una pierna, tenía que ayudar a los que estaban peor que yo que eran cientos. Atravesé el pasillo hasta el siguiente vagón, la situación fuera era horrorosa, cientos de almas agolpadas gritando y pidiendo ayuda.
No me esperaba para nada ver lo que vi.
Vi la muerte, cuerpos tirados en el suelo, amasijos de hierros, llamas, humo… parecía una guerra. Era una guerra.
Pero lo peor me quedaba por ver…

Comencé a escuchar unos leves llantos dentro de ese silencio, provenían de un carro de bebé al fondo del vagón. Arrastrándome como pude me acerqué a el… levanté la capota, quité el arrullo y vi un bebé. No dudé en cogerlo y arroparlo contra mi pecho.
Nos metimos entre dos asientos a esperar. Esos llantos no tardaron en callar para siempre.
Empecé a escuchar las sirenas, por fin venía la ayuda. Pero contradictoriamente cada vez las escuchaba más lejanas…

Desperté el 14 de marzo de 2.004 en un hospital de la capital. Por fin había despertado de la pesadilla, pero en cuanto empecé a recobrar la conciencia me di cuenta que no fue una pesadilla ni un mal sueño. Había sido real, esos hechos ocurrieron de verdad.

Hoy día intento sobrellevar mi vida con una prótesis en una pierna, luchando por que mi cuerpo no la rechace y acudiendo semanalmente a terapias y charlas con psicólogos que intentan hacerme ver que la vida sigue igual, que hay que cerrar puertas, dejar de pensar en el pasado… ¡que fácil es decirlo! ¡Que fácil es hablar sin haber vivido y visto lo que yo vi!

Me siento afortunado por poder sentarme hoy a contarlo, pero no me consideraba merecedor de ver ni pasar por aquello, ni yo, ni las miles de víctimas que se cobró aquel fatídico 11 de marzo.”


Jorge lucha cada día por olvidar la tragedia, pero su vida ha dado un giro de 360º. Una persona con un prometedor futuro por delante se ha convertido en alguien sin ilusión ni siquiera por seguir viviendo.

Llevábamos tiempo para contar esta historia. Jorge es de las poquitas personas que conocen la existencia de mi blog, se lo propuse varias veces y siempre me ha dicho “VALE. Pero más adelante”

Con este post espero no abrir heridas cerradas ni imágenes olvidadas. Solo veía positivo compartir esta historia con todos vosotros y para Jorge sin duda ha sido un pasito adelante.

Un besazo campeón, sabes que te quiero mucho y te voy a dar la mano para ayudarte a salir de esto, en la medida de mis posibilidades.
Desde aquí un abrazo y mucho ánimo a todas las personas en situaciones iguales o parecidas.

Mil besos.
Pau!

miércoles, 7 de noviembre de 2007

REFLEXIONES ADULTAS...

Que el mundo gira, España cambia, nosotros crecemos y el tiempo pasa es una realidad, pero a mi lo que me da realmente pánico es con la rapidez que ocurren este tipo de sucesos.

Hace nada estaba yo en el parque de debajo de mi casa acunando a mi Nenuco en su carrito cual Belén Estebán, cambiándole los pañales y su ropita como toda una madraza, haciéndole papillas de barro y hablando con él como si realmente pudiera entenderme y ahora estoy sentada frente a un ordenador de esos de última generación (también le hablo, eso no ha cambiado… bueno mejor dicho le grito), con mil responsabilidades y problemas a mis espaldas y con mis recién estrenados 26 años.

Hecho la vista atrás y veo cosas maravillosas, una infancia feliz, con un montón de amigos de los cuales la mayoría sigo manteniendo, veo inocencia, risas, horas de calle y parque y me pregunto si los niños que han nacido o van a nacer en este nuevo milenio van a ser tan felices como lo éramos nosotros.

Reflexionar un poco… Nos hemos criado cuando la play, los ordenadores y la televisión digital no existían, solamente las cadenas estatales y poco a poco hemos ido viendo nacer las cadenas privadas.
Recuerdo el nacimiento de Telecinco y sus “mamachichos”, a una Belén Rueda de presentadora con 15 años menos en su DNI, pero con 35 más en su cardado peinado.

Recuerdo aquellas vacaciones en la playa que duraban 15 días mínimo, normal si nos ponemos a pensar que perdíamos uno de ida y otro de vuelta en hacer recorridos que hoy día tardamos en hacer cuatro horas, gracias a las mejoras en las carreteras y en los coches.

En el coche nos metíamos tantos como entrábamos, si éramos de abultar poquito cinco atrás nos acoplábamos de maravilla al más puro estilo “Tetris” (tu ponme aquí la pierna, que te subo yo el brazo para arriba y en el hueco que sobra entra justita la bolsa de los bocatas).
Un día entero para ir a Benidorm, en pleno mes de agosto, sin aire acondicionado y con aquello que se puso muy de moda para cuando apretaba el sol… como se llamaba? Ahhh, si… toallas colgadas en las ventanillas…

O si no aquellos veranos en el pueblo donde nos pasábamos el día callejeando, con las rodillas desolladas por las caídas de la bici, porque claro en ese entonces nuestros crueles padres no nos compraban ni rodilleras, ni coderas, ni casco… pero éramos afortunados porque al menos teníamos una bici…
Cuando llegaba el mes de septiembre nuestros padres tiritaban al pensar que ocurriría cuando nos metieran en el pisito de 90 metros, igual que fieras salvajes, trotando por los sillones, jugando al escondite dentro de la lavadora…
Cuando empezábamos el colegio siempre me tenía que llevar mi madre el primer día, para que me reconocieran y no me confundieran con alguna hija de Mohamed Humeini por el color carbonizado de mi piel como consecuencia del sol de justicia de las tres de la tarde.

Recuerdo los juegos de los recreos… la goma, la comba y el día que pillábamos a los chicos de buenas nos dejaban jugar al fútbol. Luego como muestra de agradecimiento les dejábamos jugar a “beso, atrevimiento o verdad” o “al conejo de la suerte” y siempre el más guapete se hinchaba a besos de todas las chicas de la clase.
Flipábamos viendo Verano Azul, lloramos a moco tendido con la muerte de Chanquete, como clavos nos sentábamos a las cinco de la tarde a ver Barrio Sésamo y a sus entrañables Espinete y Don Pimpón. Fuimos testigos de una de las primeras series de la televisión en color, Farmacia de Guardia. Hemos visto forjarse a un guapísimo Jesús Vázquez en “Hablando se entiende la basca” y la primera teta que vimos en televisión fue la de Sabrina. Bailábamos al son del “xuxuxu-xaxaxa” (la cual dejó pronto su candidez para enseñarnos sus tesoros más ocultos sin el mínimo pudor), de Parchís y de Enrique y Ana, por supuesto todo ello en vinilos.


La primera vez que vi un ordenador en mi vida fue en la empresa de mi padre hace muuuucho tiempo. Cada vez que intentaba coger el ratón este se me escapaba como por arte de magia por la pantalla, lo veía todo un reto, algo completamente imposible.
Ahora no hay niño que no tenga uno en su casa, que no se sepa manejarse por los programas como Pedro por su casa, que no conozca el Messenger, que no tenga internet y con ello el acceso a un mundo de posibilidades.
Ahora se los regalan como regalo de comunión… antes nos apañaban con la “Nancy primera comunión” e íbamos que nos matábamos… y más contentos que unas pascuas.

Estrenar un chándal nuevo no te podía hacer más ilusión, sobre todo aquellos que tuvieron su época que eran de tactel super tiesos y en colores fluorescentes, eso si… siempre y cuando los combinaras con calcetines blancos de esos caladitos.
Las marcas buenas en esa época eran Bus Stop, Chicco y Mayoral, que encima hacía amigos. Ahora ya desde bebés hay que vestirles con Baby Dior, Tommy o Ralph Lauren para enanos.

Cuando me he portado mal mi padre me ha dado un azotazo bien dado y no por ello me ha creado traumas infantiles ni he sentido la necesidad de acudir a psicólogos. Ahora si a un padre se le ocurre levantar a su propio hijo la mano, este sabe ya cuales son sus derechos, que existe un defensor del menor, que existen leyes, que es una denuncia… Y en mi opinión un bofetón a tiempo puede curar de muchos espantos (por supuesto, siempre dentro de los niveles normales)

Antes seríamos ignorantes, pero muy felices… Así que… Bendita ignorancia…



P.D. creo que no me ha sentado bien cumplir años, me ha hecho pensar más de la cuenta… y teniendo en cuenta que soy rubia y eso se da cada muchísimo tiempo pues lo plasmo aquí para que quede constancia…

P.D.: muchas gracias a aquellas que me habéis felicitado y perdonar por haber estado desaparecida, pero una gripe galopante me ha tenido en la camita tres días enteros.


Muchos besos.
Pau.