jueves, 20 de diciembre de 2007

LO PERFECTO ACABA EN DESASTRE

El fin de semana prometía ser perfecto…
El viernes era la cena anual de amigas, sin maridos, ni novios, ni hijos (exceptuando el de María que ese viene de serie). Hacemos alguna más a lo largo del año, pero en esta coincidimos todas sin excepción. Estaba todo reservado y organizado desde hacía más de un mes.

Habíamos decidido ir a una Marisquería con bastante prestigio de Madrid, que además son amigos de mis padres y siempre que vamos la atención es exquisita.
Dejé el coche en casa y cogí un taxi, porque ya me voy conociendo y estoy harta de que mi coche haga noche en todos los parkings de la capi porque yo no esté en condiciones de conducir.

A las 22:00h llegué al restaurante y porque no decirlo guapísima del todo. Mi prima llegó tan a punto a casa para robarme algo de ropa del armario, pero esta vez no le iba a salir gratis… Ella es maquilladora aunque no ejerce, pero tiene una mano con el pincel y la brocha que ya hubiese querido Miró, así que un poco aquí, un poco allí y en cinco minutos perfecta!!!!

A algunas hacía meses que no las veía. Que si el trabajo, que si los niños… ocupan el 100% de sus vidas y supongo que lo ocuparán de la mía cuando llegue mi hora…

Empezamos a pedir, gambas, percebes, nécoras, patas, ostras y vino blanco a raudales. Todo trascurría con normalidad hasta que empecé a encontrarme rara, en dos minutos mal y a los cinco minutos estaba sentada en el suelo del cuarto de baño, espatarrada y abrazada a la taza del wc ante la mirada atónita de mis amigas, camareros y algún que otro comensal cotillo y morboso y sin ningún escrúpulo.

Si me levantaba del suelo las piernas no me sostenían, si intentaba hablar no me salían las palabras, si no las gambas.

Saqué el móvil del bolso y puse el texto “taxi al hospital”. Realmente me encontraba fatal y era consciente del ridículo espantoso que estaba haciendo pero no podía hacer nada.

Llamaron al servicio de taxis:

Amiga: “hola buenas noches, me podría enviar un taxi a la calle…”
Operadora: “¿Es un domicilio?”
Amiga: “No es un restaurante”
O: “imposible. Estamos colapsados por las cenas de empresa. Solo recogemos en domicilio”
A: “ya, pero es una urgencia”
O: “ya, pero es que todos son urgencias”
A: “no, no una de verdad. Mi amiga se ha puesto mala y necesitamos llevarla al hospital”
O: “Entonces llamen al 112 y que os manden una ambulancia”

Cuando mencionaron la palabra ambulancia me puse pálida, no podía ser… que entraran a por mi dos tíos con una camilla, me sacaran por la puerta del restaurante, me metieran en la ambulancia y pusieran las sirenas cual moribunda… ¡Dios, que poco estilo!

A: “hola, buenas noches, me podrían mandar una ambulancia al …”
112: “hola, de que se trata?”
A: “pues no se… no para de vomitar… fuertes dolores de estómago, flojedad en las piernas…”
112: “¿es un coma etílico?
A: “pues creo que no… vino ha bebido, pero no para eso… además ha sido de repente…”
112: “no se cuanto tardará el servicio en llegar. Hay cantidad de urgencias esta noche… no les puedo asegurar la hora… si tuviesen otro medio para ir… llegarían antes seguro…”

¿Nadie me iba a llevar al jodido hospital? Aunque suene exagerado pensaba que me moría… al menos iba a morirme con un vestido precioso de PdH y ya los de la funeraria no tendrían que maquillarme… (no debe haber cosa peor que morirse en chándal y con la cara lavá).

Salí a la calle escoltada por dos camareros y mis doce amigas cotorras en busca de un taxi o un alma caritativa que me llevara al hospital. En la calle miles de almas esperando lo mismo que nosotras.

Aparece un taxi, Amanda se pone a hacer cosas rarísimas con las manos y a pegar botes… el taxi para y se agolpa la gente para entrar. Al verme la gente me cede el sitio, excepto una pareja joven que dicen que “naranjas de la china”, que llevan media hora y que están muertos de frío. Se montan en el taxi y se largan haciendo ruedas…

Puto espíritu navideño”- grité con las pocas fuerzas que tenía… (mientras tanto las gambas y demás crustáceos y peces seguían haciendo excursiones al exterior de mi cuerpo)

Por fin un camarero se quitó el delantal y se ofreció a llevarnos. Solo me pidió un favor… que no le manchara la tapicería… le miré fatal porque eso era algo que yo no podía controlar pero fue la única persona con un poquito de corazón que me llevó a La Paz.
Había miles de almas en la sala de espera, pero la segunda vez consecutiva que les manché el suelo me metieron para dentro como alma que lleva el diablo…

Diagnóstico: una ostra mal depurada. Ahí incidió mucho, no es que estuviera mala, si no mal depurada. En estas fechas típica intoxicación. Jamás comemos tanto marisco como ahora y nuestro estómago no está preparado para estos trotes.

Tratamiento: primperán por vena y suero para no morirme.

Consecuencias:
1.-
Se me jodió uno de los fines de semana que prometían ser mejores. A parte de la cena con mis amigas iba a conocer a Bacci y a Cruela el sábado por la mañana. Esto fue lo que más me fastidió, esas oportunidades no se dan todos los días y más sabiendo que Bacci no vive en Madrid.
2.- Mi madre apareció en el hospital pegando voces pensando que era un coma etílico o algo de eso y diciendo “con uno desviado en la familia ya es bastante. Dios mío que he hecho yo para merecerme dos hijos tan raritos…” (con las manos juntas y mirando al cielo como si verdaderamente hablara con Dios… los milagros de la Navidad)
3.- El lunes me iba a Italia con María por temas de trabajo, pero aprovecharíamos para comprar y conocer algún sitio, pero al final me reemplazó Bárbara, como no… (no se si me jodió más no ir yo o que fuera ella…)
4.-
Como positivo puedo decir que peso 6 kilos menos, genial, verdad? Pues no… porque el vestido de navidad me queda como un saco y me he quedado como el espíritu de la golosina… No me quedará más remedio que ponerme a comer mazapanes como una loca…

¡¡¡Desde luego lo que no volveré a comer jamás serán ostras!!!


P.D.: ya os he pedido disculpas en privado, pero os lo vuelvo a decir públicamente. Espero que exista oportunidad para conoceros, si me seguís admitiendo, claro… :-)

P.D.: ¡FELIZ NAVIDAD A TODO EL MUNDO! Mis mejores deseos…

Besos.
Pau G.


martes, 11 de diciembre de 2007

YA ES NAVIDAD EN ... CASA DE LOS GAULTIER


Para mi la Navidad no ha empezado cuando lo ha dicho el Corte Inglés, ni con el nuevo anuncio de la fábrica de los sueños de Coca-cola, ni con el ansiado estreno del anuncio de Freixenet, ni con los lineales de los supermercados atiborrados de mazapanes, polvorones y turrones, ni con el alumbrado Gallardonil con millones de luces rojas que hace que Madrid parezca ni un puticlub a lo grande…. No…

Para mi la Navidad empieza con la llamada de mi madre para congregar a toda la familia cercana para “decorar” la casa.
Mi madre, en lo que a estas fechas se refiere, se estancó en los ocho años y de ahí no hay quien la saque. Vive la Navidad con una alegría contagiosa, disfruta decorando la casa, poniendo el belén, el árbol, millones de luces, etiquetas de felicidades por todas partes, angelitos colgando en cada esquina… cualquier día se trae a algún Belén viviente con ganado incluido y los mete en casa…

El domingo, recién aterrizada de mi puente, recibo la esperada llamada…

- Pauuuu, cariñooooo, ya es Navidad!!!!! Hay que poner el árbol, comprar los turrones, champagnes, cavas, sidras, polvorones, langostinos, langostas, gambas, roscones, trufas, la piña, la …
- Mami, vale vale vale… Mañana en cuanto salga del trabajo voy para allá… venga besitos… muak muak…

Y colgué sin dar más tiempo a que me enumerara uno a uno los productos alimenticios y decorativos que necesitamos para sobrellevar estas fechas.

Así que ayer tras salir de la oficina y parando antes a comprar una botellita de vino blanco para hacer más llevadero el encuentro con mi tía me puse en camino hacia casa de mis padres a llevar a cabo la tradición navideña.

Tras colocar todas las ornamentaciones debidas y con unas copitas de vino de sobra, la tita y yo nos pusimos a hacer la carta a nuestro Rey Mago favorito. Yo este año he escrito a todos, incluido Papá Noel porque no estoy 100% segura de haber sido buena y a ver si de ese modo si no cuela con uno que cuele con otro.

La tita volvió a pedirse un novio, creo que ya son 35 años seguidos pidiéndolo, así que no se porque sigue pensando que este año va a ser diferente. Lo que si es verdad es que este año ha acotado la lista de características necesarias y ya le da igual que sea feo, con que sea rico se conforma.

Tengo que reconocer que yo en esta época también me transformo, me sale la niña que llevo dentro y me encantaría vivirla como hace 15 años, cuando nos juntábamos toda la familia en la casa que el abuelo tenía en la Sierra. Con todo nevado y un frío de narices, estábamos deseando sentarnos alrededor de la chimenea a comer chocolate caliente y a darnos los regalos de Papá Noel… ainsss que me entra la morriña

Pero como yo me niego a crecer y sigo creyendo en los Reyes, en Santa Claus y en el duende ese verde que celebran en no se qué País pues me fui a casa a lavarme los calcetines y a ponerme las plantillas devor-olor zapatillas para dejar todo preparado para el día de marras.
Eso sí Papá Noel, este año te dejo la llave de casa debajo del felpudo, no me hagas lo del año pasado que entraste por la chimenea y me dejaste todo perdidito de hollín y encima tienes la poca decencia de dejarme un bote de Kh7 quitagrasas y otro de Mr.Popper en vez de las botas de Pedro Miralles que te pedí.
Sin otro particular se despide Pau, que este año, dentro de lo que cabe, ha sido buena chica.

P.D. y como no hay año nuevo sin propósitos navideños que se tercie, mañana post con los míos para este 2.008.

Un beso a todos.
Pau G.